Tres palabras que juntas crean una situación que permite al hombre vivir sin afectar el equilibrio de la Tierra, sus diversos ecosistemas y la biodiversidad animal y vegetal.
La equidad porque los recursos deben ser compartidos entre los pueblos y la economía porque la eficiencia debe ir de la mano con el desarrollo de nuevas tecnologías que protejan la naturaleza.
Por supuesto, es impensable que el desarrollo sostenible sea solo un problema económico, pero debe involucrar a la política nacional e internacional. En Italia, El Ministerio del Medio Ambiente y la Protección del Territorio y el Mar trabaja en sinergia con los Cuerpos y Agencias que se ocupan de problemas relacionados con las políticas ambientales a nivel local, creando una red de posibilidades útiles para lograr el desarrollo sostenible y proteger el inmenso patrimonio natural de nuestro país.
El concepto de desarrollo sostenible está indisolublemente vinculado al futuro, visto como la posibilidad de que las nuevas generaciones puedan vivir en un planeta donde los recursos aún están disponibles, y no en proceso de agotamiento debido a la explotación incontrolada de las reservas naturales y la contaminación.
El desarrollo sostenible puede considerarse no solo un discurso filosófico y social, sino también y, sobre todo, económico, porque es precisamente la economía capitalista basada en el concepto de máxima eficiencia industrial la que trae una situación de desequilibrio en el planeta.
La deforestación, la emisión de gases nocivos de efecto invernadero a la atmósfera, la contaminación del suelo y el agua, las actividades industriales no reguladas finalmente han llevado a tener que encontrar soluciones para salvar el medio ambiente que nos rodea. El tratado internacional más importante sobre desarrollo sostenible es, sin duda, el Protocolo de Kyoto de 1997, ratificado por más de 160 países que participan en una actividad conjunta para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y convertir plantas de energía utilizando fuentes renovables y limpias.