Proyecto ARES para el almacenamiento energético

Proyecto ARES: Una nueva forma de almacenar energía


En todo aquello que se refiere a investigación, especialmente en lo que a energía se trata, existe una evolución, momentos de revolución y a menudo, lo que podríamos llamar “revolución retro”. Esto último ocurre cuando se generan nuevas aplicaciones a partir de antiguos métodos o investigaciones. Esto es lo que ha ocurrido en el ejemplo que hoy os traemos a la sección de noticias: El Proyecto ARES.


proyecto ares


El reto histórico de almacenar energía


La incapacidad del ser humano para almacenar energía ha sido un reto que nos persigue desde la revolución industrial y se mantiene hasta nuestros tiempos.


Hoy en día, la electricidad se genera y se utiliza en tiempo real, a no ser que utilicemos sistemas de ahorro como por ejemplo las conocidas baterías de condensadores o el filtrado de armónicos. Sin embargo estos son sistemas de ahorro que podemos instalar en las empresas, pero hoy estamos hablando de almacenamiento en la producción de energía, es decir, a gran escala.


En momentos concretos del día, los picos de gasto eléctrico fuerzan a los servicios energéticos a dejar a algunas de sus plantas de producción eléctrica en “stand by” para activarlas en fases altas de consumo.


La energía solar y eólica son una fuente cada vez más creciente de energía, pero que depende de factores ambientales que no siempre se pueden controlar.


Por otra parte, la principal alternativa a la hora de acumular reservas energéticas hasta ahora, consiste en la construcción de presas que acumulan grandes cantidades de agua. Este agua es lanzada posteriormente a través de generadores eléctricos en momentos de picos de consumo para abastecer a las poblaciones. Pero realmente, esto no es un almacenamiento energético propiamente dicho, ya que la energía debe ser generada desde 0. Además, estas construcciones alteran el paisaje y el entorno en el que se construyen, por lo que cada vez son vistas con peores ojos.


El proyecto ARES


Pero en los últimos meses hemos conocido una alternativa que puede suponer una auténtica revolución. Este proyecto es conocido por sus siglas ARES (Advanced Rail Energy Storage). Este proyecto consiste básicamente en hacer transcurrir un tren pesado (cargado de toneladas de cemento) a lo largo de una vía que sube y baja una colina. Las pruebas están desarrollándose en el estado de Nevada.


¿Cómo funciona el Proyecto ARES?


La vía por la que discurre el mencionado tren, dispone de una serie de aerogeneradores y paneles solares. Cuando estos generadores producen más energía de la que se puede consumir, para evitar que la red eléctrica se sobrecargue, esta energía sobrante es utilizada para propulsar la vagoneta hasta lo alto de una colina.


Una vez que el tren cargado ha llegado hasta lo alto de la colina, permanece allí hasta que la red eléctrica vuelva a entrar en momentos de baja producción. Entonces, los vagones comenzarás a descender la colina actuando a modo de generadores eléctricos de 230 toneladas.


Este sistema puede llegar a generar hasta 200 megavatios de energía. Podríamos decir que el funcionamiento se basa en las centrales hidroeléctricas, con el valor añadido de que ARES funciona siempre, al contrario que las hidroeléctricas, que necesitan agua para poder entrar en funcionamiento.