¿Cómo optimizar su jardín de permacultura con la contraplantación?

Las noticias de los últimos meses han hecho que mucha gente sea consciente de la fragilidad de nuestro sistema alimentario globalizado.


En consecuencia, muchos de los jardineros que conozco quieren volver a aprender a hacer cosas con sus manos, aumentar la cantidad de producción propia en sus platos y, en general, avanzar hacia una mayor autonomía.
Pero a veces no hay espacio suficiente
en nuestros huertos urbanos, en nuestras terrazas o en nuestras cajas de verduras.


En este contexto, las técnicas de horticultura destinadas a optimizar el espacio representan una vía para maximizar los rendimientos en superficies reducidas.


La contraplantación es una de ellas.


Pero, ¿qué entendemos realmente por «contraplantar»? ¿Y cómo se puede aplicar?


¿Qué productividad en el huerto?


Antes de introducir la noción misma de «contraplantación» y sus ventajas en términos de productividad, veamos el rendimiento de nuestros huertos.


¿Qué es la contraplantación?


Ya a finales del siglo XVIII, los hortelanos parisinos mencionaban la contraplantación en sus escritos.
Lo definieron de la siguiente manera: «Llamamos contraplantación al arte de cultivar plantas en terrenos ya ocupados por vegetales que crecen mucho más rápido.
Esta práctica es habitual entre los horticultores, que quieren aprovechar al máximo sus tierras […].
Así, en un cuadrado de alcachofas plantadas en otoño, se siembran judías o se plantan coles entre las filas.
Si las alcachofas se plantan en primavera, se colocan patatas o lechuga romana de verano, etc., entre las filas.


Si se plantan alcachofas en primavera, se colocan patatas o lechugas de verano entre las filas, etc.


Cuando se practica en un huerto bien cultivado, esta operación duplica los productos
; pero se vuelve perjudicial en un huerto en el que el cultivo nose hace con cuidado.


Por mi parte, utilizaré el término contraplanta para todas las alianzas entre diferentes plantas cuyo objetivo es, como mínimo, la optimización del espacio.
La
contraplantación no tiene un objetivo alelopático (al menos no principalmente), sino que pretende aumentar el rendimiento en una superficie determinada mediante la «superposición» o «yuxtaposición» de cultivos.


La contraplantación es, por tanto, una forma de «asociación de cultivos», pero con un objetivo específico (optimización del espacio) y una organización espacial particular de los cultivos que deben colocarse en la misma fila.


Más allá del objetivo de optimizar el espacio (y, por tanto, los rendimientos), la contraplantación puede ofrecer naturalmente otras ventajas, en particular



  • interferencia olfativa y visual para las plagas

  • Reducción de las malas hierbas gracias a la densidad de hortalizas por m2

  • Mejor aprovechamiento de los nutrientes gracias a las diferentes profundidades de enraizamiento entre las hortalizas en la contraplantación

  • Mejor fertilidad si se incluyen leguminosas en la resiembra.